La noche oscura y silenciosa
engaña con su apariencia de sosiego. Es un barrio poco céntrico de una zona del
conurbano alejada de la capital, ahí donde la ciudad se disuelve y se funde con
el campo; una zona que Borges, de vivir en este siglo, exaltaría con floridas
palabras. Ni ciudad ni campo. Orilla.
La luz amarilla, cansada, del farol de la calle, parpadea y se apaga. Se
mantiene apagada durante un tiempo largo y vuelve a prenderse para quedar así
por unos segundos, y apagarse nuevamente después. Los árboles altos, la falta
de luna y ese farol parpadeante vuelven más oscura a la noche. El silencio, en
cambio, no necesita ayuda para presentarse con su modalidad de ausencia. No hay
coches, no hay gente, no hay ruidos. Son las tres de la mañana y el barrio, la
llanura pavimentada de negro, la ciudad diluida en campo, parece dormida.
No llueve. Si lloviera, podría
ser un escenario más propicio para un relato. Pero no: los elementos conspiran
contra la literatura. No llueve, no hay viento, las ramas de los árboles no se
mueven violentas, sonando sus hojas un poco secas en la lejana altura de las
copas frondosas. Los elementos también pueden engañar, y de hecho lo hacen. La
calma de la noche silenciosa y oscura, potenciada por la tranquilidad
meteorológica, da la impresión de que en este lugar, en esta noche, no hay nada
interesante que contar, no pasa nada y nada merece ser dicho. Y aunque a veces
una calle oscura y silenciosa, apagada y tranquila del conurbano puede ser algo
digno de ser contado, por más que nada pase, no es éste el caso. Algo pasa,
aunque no parezca. Algo hay que contar, aunque todavía no lo sepamos. Y ese
algo, pasa al otro lado de una ventana iluminada que muestra, a pesar de la
hora tardía y noctámbula, la existencia de vida, la presencia de gente
despierta en esta noche dormida.
En el aguafuerte Ventanas iluminadas, Arlt afirma que “no hay nada más llamativo en el cubo negro
de la noche que ese rectángulo de luz amarilla…” y se pregunta luego: “¿Quiénes están allí dentro? ¿Jugadores,
ladrones, suicidas, enfermos?”. Siempre algo pasa dentro de una ventana
iluminada en medio de la noche.